NUEVA YORK (1 de agosto de 2025) Agosto es uno de los meses más peligrosos del año para quienes trabajan al aire libre, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Factores como el estrés por calor, las jornadas laborales más largas y el aumento de la actividad en la construcción contribuyen al aumento de las lesiones durante los meses de verano. Un riesgo de seguridad que a menudo se pasa por alto para quienes trabajan al aire libre es su mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. La exposición a la radiación UV en el trabajo aumenta el riesgo de cáncer de piel no melanoma en un 60 por ciento. Casi una de cada tres muertes por cáncer de piel no melanoma está relacionada con la exposición asociada al trabajo al aire libre, según una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo. De estas muertes, el 65 por ciento de las personas eran hombres, en su mayoría hombres mayores cuya piel había sido dañada por años de exposición crónica a los rayos UV en el trabajo. Además, en los EE. UU., alrededor del 50 por ciento de los trabajadores al aire libre informaron haber sufrido quemaduras solares, según una encuesta de la Academia Estadounidense de Dermatología. El riesgo de melanoma se duplica si una persona ha tenido más de cinco quemaduras solares.
“El daño solar es acumulativo, por lo que las personas que pasan horas trabajando al aire libre todos los días tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel”, afirma la Dra. Deborah S. Sarnoff, presidenta de la Fundación del Cáncer de Piel. “Es fundamental que quienes trabajan al aire libre se protejan rigurosamente del sol en el trabajo. La Fundación del Cáncer de Piel también recomienda que los empleadores tomen medidas para educar a los trabajadores sobre los peligros de la exposición al sol y fomentar hábitos de protección solar en el entorno laboral siempre que sea posible”.
Declaración en video de la Dra. Deborah S. Sarnoff, presidenta de la Fundación del Cáncer de Piel
Los riesgos de la radiación UV asociados al trabajo al aire libre afectan a una gran parte de la población. A nivel mundial, 1.6 millones de personas están expuestas a la radiación UV mientras trabajan al aire libre, lo que representa aproximadamente el 28 % de todas las personas en edad laboral. En Estados Unidos, casi 45 millones de personas están expuestas al aire libre como parte habitual de su trabajo. La Fundación del Cáncer de Piel recomienda a estos trabajadores que tomen medidas de precaución para prevenir esta enfermedad.
Si no se diagnostica ni trata a tiempo, el cáncer de piel puede ser localmente destructivo y, en algunos casos, hacer metástasis (diseminarse) o incluso ser mortal. Pero hay buenas noticias: el cáncer de piel suele ser prevenible. Si bien trabajar bajo el sol es inevitable para muchos, quienes trabajan al aire libre pueden esforzarse por mantener su piel protegida durante la jornada laboral. Quienes trabajan al aire libre durante parte del día deben asegurarse de protegerse de los rayos nocivos del sol. La Fundación del Cáncer de Piel recomienda que quienes trabajan al aire libre:
- Aplique un protector solar de amplio espectro con un FPS de 50 o superior en toda la piel que no esté cubierta por la ropa, incluidas las manos.
- Vuelva a aplicar protector solar cada dos horas o con mayor frecuencia si suda mucho o nada.
- Cúbrase con ropa oscura de tejido tupido. Siempre que sea posible, elija ropa con un factor de protección ultravioleta (UPF) de 50 o superior.
- Use un sombrero de ala ancha y gafas de sol con lentes con protección UV.
- Tome descansos en el interior o en un lugar con sombra, especialmente durante las horas pico de sol, de 10 a. m. a 4 p. m.
La Fundación del Cáncer de Piel también recomienda que los empleadores proporcionen acceso a zonas con sombra, como carpas, toldos o árboles, durante la jornada laboral. Sugiere que los empleadores capaciten a sus empleados sobre los peligros de la exposición a los rayos UV sin protección. Si se exige que los empleados usen uniforme, la gerencia puede considerar elegir camisas y pantalones de manga larga de tejido apretado, y permitirles usar sombreros y gafas de sol con protección solar.
La Fundación del Cáncer de Piel recomienda que todas las personas acudan a un dermatólogo al menos una vez al año para un examen profesional de la piel. Quienes trabajan al aire libre y han sufrido daños solares importantes podrían recibir indicaciones de sus médicos para que se examinen la piel con mayor frecuencia. También deberían examinarse la piel de pies a cabeza mensualmente para detectar cualquier cambio, novedad o anomalía.
Acerca de la Fundación del Cáncer de Piel
La Fundación contra el Cáncer de Piel (SCF), una organización sin fines de lucro 501(c)(3), salva y mejora vidas al empoderar a las personas para que adopten un enfoque proactivo en la protección solar diaria y la detección y el tratamiento tempranos del cáncer de piel. La Fundación implementa programas de educación pública, brinda orientación y apoyo a los pacientes, involucra a profesionales médicos, otorga becas de investigación y lidera campañas de promoción que exigen cambios en las políticas. Como servicio a los consumidores, SCF otorga su Sello de Recomendación, reconocido por la industria, a los productos que cumplen con sus criterios de protección solar segura y eficaz. SCF también opera Destination Healthy Skin, un programa que trabaja con dermatólogos locales en comunidades de todo Estados Unidos para brindar pruebas gratuitas de detección de cáncer de piel a quienes las necesitan. Desde su creación en 1979, la Fundación ha recomendado exámenes regulares de la piel y seguir una estrategia completa de protección solar que incluye buscar sombra, usar protector solar a diario y cubrirse con ropa, sombreros y gafas de sol. SkinCancer.org.
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